2019mar
Cuando se da una estructura de personalidad con caracterización negativa de corte narcisista, y con patrón autoritario; si ésta se sitúa en una posición jerárquico directiva; dados los perfiles seleccionados, se producen díadas, tríadas y entramados operativo-estratégicos nefastos, y reinan las dinámicas del control absolutista. Ahí manda lo que piense, sienta y diga "el faraón", que se regirá por esos principios de control total, a través de las estrategias societarias y de las dinámicas transaccional vinculares.
Es decir, insertar a una persona así, en un lugar social así, en ese puesto, es instaurar el cáncer en el núcleo, en la placa base, en el centro de operaciones, en el cerebro-mente organizacional.
Evidentemente se darán problemas graves.
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