Secuencias (20)
2018jun
Un perro y un pueblo se convierten en objetos transicionales, de apego seguro, en medio de la caoticidad asociada a la puesta en marcha de un proyecto hipercomplejo. Se producen una serie de diferencias de expectativa. Lo largoplacista vs la urgencia entran en juego, una verdadera conflictiva interna e interaccional.
En ese contexto, y sobre todo, por el enfrentamiento a la dureza del proceso de especialización, se dio una activación de ansiedades persecutorias, de transferencias contra el otro. Padre salvador deseado vs actitud, posición y estilo de igual-igual, experto-experto, no dirección, con implicación, compromiso, opción y apuesta radical.
Se dio agresión activa episódica, y pequeñas conductas de ataque, expresión de su profundo malestar por frustración fracaso. Estaba tomando conciencia de su fuera de lugar, de su debilidad, de que aquello lo superaba por todos lados, pero lo trasfería cruda y agresivamente contra el otro, figura de proyección. Estaba en juego su realidad interna (Tizón), sus objetos persecutorios, afrontar.
De hecho, al descubrir la patología diádica, tomamos posiciones y generamos una ruptura estratégica erradicadora. Establecido ese patrón reactivo, se da diagnosis de inviabilidad, es necesaria la ruptura relacional, dada la patología interactiva, perfectamente ensamblada en esas construcciones diádicas.
Al establecerse el juego dinámico interpersonal interaccional, ya no hay nada que hacer, salvo reestructurarnos por la vía de ruptura de nodos de interacción, dando lugar a interacciones no vinculares específicas.
Si la persona se salta los límites saludables, si se detectan e identifican patrones disfuncional identitarios proyectados en conductas inadecuadas, hay que tomar medidas radicales previniendo malas jugadas, evitando dinámicas negativas absurdas, no exponiéndose a la patología sin sentido del otro.
Al establecerse el juego dinámico interpersonal interaccional, ya no hay nada que hacer, salvo reestructurarnos por la vía de ruptura de nodos de interacción, dando lugar a interacciones no vinculares específicas.
Si la persona se salta los límites saludables, si se detectan e identifican patrones disfuncional identitarios proyectados en conductas inadecuadas, hay que tomar medidas radicales previniendo malas jugadas, evitando dinámicas negativas absurdas, no exponiéndose a la patología sin sentido del otro.
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