Calidad del Clima Laboral (18)

2018ago
Es evidente que esas actitudes negativas de corte autoritario agresivo son un factor de enrarecimiento del clima, ambiente, atmósfera.


Cuando un director general, o un coordinador-director de equipo, desarrolla comportamientos hostiles, sean de desafección, desapego, distancia emocional; de crítica negativa, de confrontación agresiva; de silencio, inacción, no acción; de desprecio, ninguneo; de tergiversación; de exigencia autoritaria desmedida; etc.; está afectando dramáticamente al nivel de satisfacción, bienestar, buen funcionamiento calidad de vida individual-relacional-de equipo-organizacional.

Estas conductas eran habituales; es más, se consideraban parte del sistema de control ("Yo, soy de la línea dura"), de un supuesto modelo de gestión eficaz. Allí lo que había que hacer era eso. Luego, estaría el límite entre el autoritarismo y las conductas negativas, pues la dureza conlleva agresión, violencia, contundencia.

En esa dinámica estructural-estructurada se era permisivo con los métodos negativos. La directora diría a su asistente, entre risas: "Cómo te pasas". Posiblemente, según la lógica del control, o incluso dirigida desde arriba, estaría encantada de que éste ejerciese esa fuerza negativa contenedora.

Se daba esa benevolencia con la conducta agresora, risas cínico-sádicas, comentarios despectivos, críticas duras, acciones correctoras, etc.


"No estás de acuerdo con la directora, pues mañana ya no vengas a trabajar".
¡Qué hecho, acción, conducta más reveladora!; de tremenda contundencia. El director general atacaba de nuevo. Era un verdadero depredador sanguinario aniquilante.

Una vez más se ve la acción maléfica, malévola, cínico-sádica de otra agente del mal. Ahí estaba el malmeter, maniobrar sibilinamente, ninguneando, haciendo mal uso, utilizando sus malas artes, para lograr sus objetivos perversos. En su mente el objetivo era sacar de delante a quien le estorbaba.

"No sé qué está pasando, que ahí no aguanta ninguna persona en formación". Otra frase de gran calado. Una persona del equipo afirmara: "Está contra todas las mujeres". En aquella época se veía como estas personas vivían aniquiladas por las críticas atroces de aquella directora de fase. ¿Cómo iban a aguantar?, el objetivo era excluirlos. Curiosamente, más adelante preguntaba por un supuesto diagnóstico obsesivo compulsivo, esa era ella misma: compulsión de sadismo. También es de resaltar que en su equipo había participado otra similar, que había hecho la vida imposible a un compañero en su etapa de incorporación.


Estas personas eran las elegidas para la Dirección y Coordinación de Centro, menuda Inteligencia Organizacional. Menudas piezas. Y, los "buenos" con su obediencia milgraniana. Desafección extrema.

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